13 ene 2011


Hoy nuevamente, contemplando el anochecer desde mi ventana, vuelvo a escribir una carta para tí, y a pesar de saber que nunca te llegará, se que tú desde tu estrella la podrás leer y te gustará.
Siento una dulce paz, me siento extraño, mirando la luna cuya luz atraviesa mi ventana y me embriaga de esa dulce sensación de calma, ojalá pudieras a mi lado estar, ojalá pudieramos nuevamente juntos contemplar un nuevo amanecer.


Estoy solo, pero siento tu presencia muy cerca de mi, tu imagen se refleja en la luz que la luna derrama sobre mi ventana, y el viento cálido de la noche me acaricia suavemente como si fueran tus manos, mantengo intactos mis recuerdos, y si pudiera pedirle a una estrella un deseo en una noche cualquiera le pediría volver a estar contigo, le pediría simplemente que nunca te hubieras ido, y de nuevo tendría una esperanza, pero sé que tan sólo es un sueño, porque mirando a las estrellas podría pedir mil deseos, y siempre todos me llevarían a ti, a tu recuerdo, porque en mis sueños siempre estás tú.


Sé que nuevamente amanecerá y con la llegada del sol se marcharán las estrellas y la luna se esconderá, y aunque te seguiré queriendo desde lo más profundo de mí corazón, volveré a mirar al frente, caminaré despacio pero firme sin mirar atrás, levantaré el vuelo una vez más y seguiré viviendo, más cuando la noche caiga nuevamente desearé que vuelvas, seguiré aquí, esperando amaneceres....


Mirando a las estrellas...
He llegado a este mundo imaginando tu ser, ideando tu figura, pero mi mente no ha de formar una descripción tan maravillosa.

Porque no me he de conformar con tan solo esta descripción inconclusa?

Si para mi esta pequeña ideología tuya provoca en mi los sentimientos más profundos.
¡No!
Pero mi corazón no se resigna al hecho de no poder llegar a tenerte en mis brazos, rozar tus labios de miel, sentir tu sutil aroma, el solo anhelo de llegar a reflejar tus ojos en los míos hace que mi corazón se sumerja en un éxtasis infinito.

¿Dónde te puedo encontrar? ¡es lo que no se!, tan solo eres una ilusión inconclusa, un sueño, que me hace feliz pero al la vez me atormenta.