29 nov 2011





Huele a lluvia... A ozono y a tierra recién mojada... Al viento meciendo las cortinas de la ventana entreabierta... A gotas repiqueteando suavemente sobre el alféizar metálico,... creando una melodía de xilófono improvisada... Huele a tormenta de sabores,... de las que sacuden el aire con espasmos gustativos... Huele a la vegetación del parque bebiendo feliz bajo el abrazo de la lluvia,... a los árboles moviéndose al ritmo de la tormenta,... al romanticismo de las parejas que andan deprisa,... abrazados bajo un paraguas... Huele a esperanza... A sentimientos ensalzados por la atmósfera cargada... A manantiales que de nuevo han vuelto a la vida,... tras meses desaparecidos por la interminable sequía... Huele a calles convertidas en ríos artificiales,... con sus corrientes,... sus remolinos y sus oleadas... Huele a nostalgia,... a novelas de época y a recuerdos de la infancia... A aquello que ya ha pasado y a promesas para el futuro... Huele al plástico de un impermeable barato... A tu pelo empapado cayendo en mechones sobre tus mejillas... A la risa de los niños que salpican en los charcos... Huele a nuevas oportunidades... A renovación... Huele a las macetas mojadas en el porche,... a las sábanas calientes mientras nos acurrucamos en la cama,... protegiéndonos de los truenos de la tormenta... Huele a sonrisas,... a un pequeño bungalow en la playa calentado por una estufa de carbón,... a castañas asadas tomadas en compañía... Huele a nubes grises,... de esas que anuncian tormenta y relámpagos.... Huele a lluvia,... a lluvia,... nada más.


Huele a lluvia... A barro mojado y remojado una vez más.... Al viento azotando los cristales empapados,... desgastados,... siempre fríos... A gotas resbalando al otro lado de la ventana,... como un lágrima que escapase de tus ojos y tocase mi alma y atravesase mi piel... Huele a días grises de invierno,... pero no a tormenta,... que se pasará enseguida... Huele a la estación de las lluvias en África,... a los calcetines constantemente mojados,... a los neumáticos que resbalan sobre el asfalto pegajoso,... como arrancando el alquitrán en cada rotación... Huele a pena... A aeropuertos con servicio interrumpido... A alcantarillas que rebosan,... que llevan hacia fuera lo poco bueno que quedaba escondido,... seguro bajo tierra... Huele a miedos de tsunami,... a miedos de ciénaga,... a miedo de coches atrapados en un lodo que no existe en la ciudad... Huele a oscuridad y a incompetencia.... A la impotencia del vacío y a las ausencias y a las carencias... Huele a botas de goma pisando los charcos.... A armarios cerrados,... doblados por la humedad... A leña que no prende y que se cubre de musgo... A aceras de losetas que resbalan... Huele a cansancio... A un día entre semana... Huele a persianas cerradas,... a mensaje en la botella,... a manos agrietadas por fregar con lejía,... a sinopsis... Huele a colillas y granizo... A naranjas caídas del árbol... A pelo y a piel y a saliva... Huele a rechinar de dientes,... a escalofrío,... a nevera desenchufada... Huele a niebla espesa,... de esa que cala,... que se cuela en el cuerpo... Huele a lluvia,...a lluvia,... nada más.


No me gusta la ingratitud,...

No me gusta la gente que tira la toalla sin luchar,...

No me gustan los chantajes emocionales ni quienes van de victimas,...

No me gustan los hipócritas que sonríen al pasar y clavan el puñal por la espalda,...

No me gusta que hagan las cosas por mi bien,...

No me gusta la falta de oportunidades,...

No me gusta que tenga más quien menos lo merece,...

No me gusta los que imponen su ley ni los que cierran fronteras,...

No me gusta que unos mueran de hambre mientras otros lo hacen de obesidad,...

No me gusta que alguien decida quien vive y quien muere,...

No me gusta ver tanta zafiedad y ordinariez en la televisión,...

No me gustan los camiones de basura que despiertan de madrugada,... ni los que vuelven de sus fiestas y quieren que se enteren los que duermen,...

No me gusta el engaño, la mentira ni las medias verdades,... venga de quien venga,...

No me gustan las coles de Bruselas,...

No me gustan los que matan a sus mujeres,...

No me gusta que los que roban a los ciudadanos salgan a la calle sin haber devuelto lo robado,...

No me gusta la incultura y menos los que se jactan de no haber leido núnca un libro,...

No me gustan los pederastas ni los violadores,...

No me gusta el dolor ni la enfermedad,...

No me gusta que no se respeten las zonas destinadas a los minusválidos,...

No me gustan los fittipaldi del volante ni los que se pegan al parachoques,...

No me gustan las chabolas, ni los techos de cartón,...

No me gustan los que venden fuego para que otros se lo pinchen en sus venas,...

No me gusta el pulgón de los rosales,...

No me gusta pasar tanto tiempo sin sentir el corazón,...

No me gustan las miradas huidizas,...

No me gusta la soledad no buscada ni deseada,...

No me gusta que ande por la calle tanto loco sin tratamiento,...

No me gustan los que piden con una mano y despilfarran con la otra,...

No me gustan los que creen que tanto tienes tanto vales,...

No me gustan quienes tratan de vender felicidad ,...

No me gustan los que se aprovechan de la buena voluntad ni los que utilizan a las personas,...

No me gustan los empujones en la vida,...

No me gusta que se abandonen a los animales,...

No me gusta llorar de rabia,...

No me gusta estar sin las personas que valoro y he echado de mi vida,...

No me gusta depender,...

No me gusta,... hay tantas cosas que no me gustan,...