2 ene 2012



Miraba atrapado sus labios,... cerrados como dos medias lunas abrazándose en un misterioso vals... La fuerza de su expresión reflejaba de manera inequívoca su fuerza interior,... como si un foco iluminase su alma desde dentro,... deslumbrándome... Quería dejarme llevar,... como atrapado por un remolino en el océano,... arrastrado a las insondables profundidades tras su sonrisa metálica...
 No pensaba con claridad.... Sus labios habían raptado a mi raciocinio.... Todo se desarrolló como en un sueño fugaz,... de esos en los que no estás seguro de si estás despierto o sigues durmiendo... Sus brazos me rodearon,... acercándome hacia ella... Confundido,... sólo podía ver sus labios,... como hipnotizado.... Y en ese momento crítico dudé: dudé de si estaba haciendo lo correcto....
Y todos sabemos que un beso con dudas no es tan delicioso como uno sincero...