2 ago 2011



Mi cuerpo se descompone en la pasión de tu cuerpo,…. en el fuego que te eriza inconfesables anhelos,… y me lleva a los adentros de amarte hasta hacerte aire,… para besar tus jadeos entrecortados,…. y habitarte en la lujuria salvaje que sólo sacia la carne,…y lamerte la piel hasta que no quede piel,… y sentir lo húmedo de tus instintos,… robarte la intimidad hasta ser parte de ella,… hasta que el placer muera agotado en nosotros,… y renazca en lo infinito del recuerdo,…. quiero arrancarte el secreto que llena tus fantasías,… y que te sientas mujer en tu armonía infinita,… deseable como el inalcanzable sueño de la mas bella utopia,…. y que el tiempo se detenga cuando alcance tu interior,… y me deje tatuarme en el sabor de tu alma,… para llenar tu memoria con la caricia de un orgasmo perpetuo,…. para que tengas la llave que te lleve a hacerme tuyo,… que permita que seas mía,… quiero poseerte y olvidarte,… para poseerte de nuevo,.. para vivirte intensamente en el hechizo de ese continuo deseo,… amarte hasta hacerte aire,… hasta morir de pasión en la pasión de tu cuerpo,….


Esta noche escóndeme entre tus brazos,….hazme sentir que no siento,…haz que me olvide de todo,…déjame ser solamente un pedazo de tu cuerpo,…envuélveme entre tu piel y aléjame de mi mismo,…llévame donde no existo y dame un beso en el daño,…hoy necesito llorarme tantas lagrimas calladas,….hasta partirme y partir en busca de llantos nuevos,…hasta encontrar el lugar donde habitan los motivos,….que te arrancan el alma de aquel motivo que aún gastado consume la vida herida,….esta noche hazme tiniebla en tu sombra,….que no me vea ni el aire,…cubre mi fragilidad con un manto de cariño,…para al menos un instante no ser nada más que ausencia,…esta noche no me olvides,….búscame entre los pliegues de tus sueños,….acaricia mi abandono,….pon consuelo en la derrota que siente el que ya no lucha,….el que asume que un adiós es el inicio buscado,…el que implora que el final sea el punto de partida,…esta noche dame vida entre tus brazos,…o déjame irme sintiendo que siempre viví en tus brazos,…que quiero morir en ellos,…..


Porque eres perfecta, y no lo sabes, quiero hacerte un tributo de amor al desnudo, un monumento de caricias y de besos construido sobre el molde de tu piel, pegado a él. Quiero desabrochar los botones de tu camisa despacio, porque tu escote es un tesoro que debe desvelarse lentamente, porque desnudarte de golpe es demasiado impactante, y es negarle la atención que merece a cada parte de ti, cuando no tienes parte mala, y tienes que saberlo, y quiero que tras hacer el amor lo sepas, porque amaré cada parte, y la amaré tanto que no podrás dudar que merece ser amada.

Por eso, como digo, desabrocho los botones de tu camisa muy despacio, y cada porción de tu piel que aparece lentamente tiene un brillo especial, y el movimiento rítmico de tu respiración, y bajo ella late un torrente de vida que por algún milagro natural inexplicable consigues contener. Y al quitar los botones, mis dedos rozan suavemente esa piel, los lados de tu pecho que el sujetador empuja hacia dentro, el valle joven de tu canalillo, la piel suave y firme de tu vientre, con algunos pequeños pelillos casi invisibles y también suaves, con la delicada depresión de tu ombligo, y esa tersura y brillo de juventud, que hechiza el corazón y dispara el deseo.

Y cuando cede el último botón levantas tu mirada que observaba el progreso de mis manos, y mi boca avanza buscando tu boca, y cometo el pequeño crimen de tapar la belleza de tu sonrisa al sellar tus labios con un beso intenso, deslizando mis labios por tus brillantes y jugosos labios sonrosados, atrapándolos, explorándolos con mi lengua que también busca tu lengua. Mientras, mis manos aprovechan el espacio abierto de tu camisa desabrochada, para avanzar hasta tus hombros, recorriendo su blancura, deslizando la camisa hacia atrás y hacia abajo, siguiendo las líneas de tu brazo tras la tela de la camisa que me precede, y que envidio por cada punto que visita antes que mis dedos, hasta que, cuando mis manos rozan tus manos, la camisa finalmente cae hacia atrás, y mis manos, tras disfrutar las sensaciones aumentadas de rozar con las yemas de mis dedos las de los tuyos, donde los nervios están más a flor de piel, y el sentido del tacto se sublima, van hacia tu espalda, te rodean, te atraen con firmeza hacia mí y los besos ganan en pasión y mis ojos se fijan en los tuyos, y se llenan de la intensidad de tus pupilas ilusionadas, derroche de bondad y amor, y también de esos destellos de picardía en que eres un ángel y a la vez la diablesa capaz de magnificar todas las sensaciones y hacer irresistible el deseo.