30 nov 2011





Me atasqué en la pregunta y olvidé todas las respuestas... Me enfangué en las interrogaciones de la inseguridad y cada duda me hizo borrar mis sentimientos... Un paso atrás,... y una mueca triste,... borrando eternamente las líneas de una pizarra blanca,... la posible solución que intentaba resolver mil galimatías... Rompí el folio amarillo y caí en el insoportable insomnio de los papeles quebrados... Y la falta de sueño acentuó el hastío de mi indeterminación... Seguí siendo un alma errante,... un marinero sin puerto,... un creyente sin fé... No pude dejar de buscar la respuesta,... y tu mirada sólo sembraba más dudas: preguntas, mis preguntas... Sin respuestas...


Me quedé con la respuesta y he olvidado todas las preguntas... Borré las interrogaciones del miedo y los puntos suspensivos de las dudas... Un paso al frente,... y una sonrisa,... con la solución al problema apuntada en un folio amarillo,... la fórmula que convierte la ecuación en un simple cuento para niños... Pasé la mano por la pizarra y borré el insomnio blanco de las noches de tiza... Y el sueño hizo desaparecer el cansancio de la incertidumbre... Dejé de ser un examinador inquieto,... un periodista intrépido,... un cotilla de patio de colegio... No hizo falta volver a preguntar,.. tu mirada lo dio todo: una respuesta,... la respuesta,... tu respuesta... Sin preguntas,... solo la inexorable amargura de la soledad que se provoca en la mezcla  del aceite de oliva y el agua,...  la verdad entre tu y yo...


Caen como una cascada de mis ojos... Interminables,... una tras otra,... van recorriendo como en un triste peregrinaje mis mejillas,... marcando un surco de humedad salina en mi piel... Esquivan en una sórdida carrera cada poro,... cada pelo,... cada imperfección en la epidermis... Algunas se pierden en mi boca fruncida por el dolor,... escalando mi labio superior para hacerme entrega de su salado y terriblemente amargo sabor... Otras resbalan lentamente hasta mi barbilla,... donde se acumulan con pereza hasta que alcanzan suficiente volumen como para caer.... Y caen,... caen durante un tiempo que parece a la vez fugaz e infinito... Caen sobre la arena,... creando pequeños cráteres sobre ésta... Algunas caen sobre los cráteres que ya se habían formado,... salpicando arena húmeda entre mis pies... Pero todas,... sin excepción alguna,... caen con amargura.