En torpes ritos de memoria te has alineado
en perfecta congruencia con tu nombre...
Allí donde la vieja solterona y el perro maniático,...
donde la novia desnuda que aún viste su velo
rezongan a la sombra maleva de un tango
que hoy haya hombres que lloren en este barrio malevo...

Donde un rumor de galerías campestres y materas
nos entregan al paso olor de Manzano y de Naranjo...
Y los niños agradecidos nos regalan su sonrisa
cuando bajamos obedientes la pelota del árbol...

En torpes ritos de memoria te has alineado
en perfecta congruencia con el color de tus senos...
En el valle de mis sueños,... donde nunca habías estado,...
hoy te cruzo en la avenida del primero de enero...

Allí donde el milagro es permanecerse quieto...
Donde es posible comprar besos,... cobre y cartones...
Donde la chica histérica y el viejo romántico
se dan de largos paseos a bordo del urbano.
Y charlan de ellos dos,... del cloruro de sodio,...
del rito de los cuerpos,... de lo sucio que está el río...

De cómo estamos solos,... de cómo me haces falta,...
de cómo se me permiten a mi tantas palabras...