El sol tardío y el ansia de palabras,... que inunda los horizontes caídos nublando las entrañas de rutinas melódicas en las que no escapamos hacia ninguna parte y,... sin embargo,... nos llevan a otros sitios,... a lugares salvajes,...territorios inhóspitos de esos que la memoria ha llenado de trampas que pueblan los caminos a recorrer a oscuras.
Y el fuego que nos queda,... siempre tan necesario,... no llega a ser suficiente para alumbrar los días que aún siguen cayendo como una tarde olvidada de cualquier otro invierno dispuesto a naufragar en esa isla perdida en la que flotan,... al margen de los mapas,... todos nuestros silencios...